Terapia familiar: Lo que debes de saber

De un tiempo para acá, la terapia se ha convertido en una de las formas de autocuidado más populares entre las nuevas generaciones. La terapia individual es la más buscada de todas aunque también existen terapias familiares, de pareja y hasta grupales. 

En este blog hablaremos sobre la terapia familiar, en qué consiste, cuándo es recomendable, que se puede esperar de ella, etc. 

¿En qué consiste la terapia familiar? 

Es un tratamiento psicológico en el que la figura de un psicólogo o psicóloga interviene sobre el grupo familiar en su conjunto. El objetivo a menudo es modificar las dinámicas y relaciones intrafamiliares para mejorarlas y promover el bienestar de todos los integrantes. 

Antes de iniciar un proceso de terapia familiar es imprescindible llevar a cabo una evaluación minuciosa y aplicar criterios de selección para determinar cuál es el mejor tratamiento. 

Diferencias básicas entre terapia familiar y terapia individual

Terapia individual	Terapia familiar
Hay dos personas en interacción confidencial.	Hay más de dos personas y la interacción no es confidencial.
El modo de interacción es usualmente verbal.	La interacción no verbal es de importancia primaria, paralela a la verbal.
La interacción es relativamente prolongada (conlleva varias sesiones).	A menudo, es más corta que la terapia individual, aunque es muy variable.
La relación tiene como propósito definido lograr cambios en la conducta y/o estructura del o la participante.	La relación tiene como propósito lograr cambios en el sistema familiar de interacción, no en el de cada uno de los individuos. Los cambios individuales son secundarios al cambio en el sistema familiar.

Que NO es terapia familiar:

• Hacer terapia individual enfrente de toda la familia.
• Provocar la comunicación verbal y afectiva de los miembros de una familia enfrente de los demás.
• Regañar o sermonear a los padres de un infante enfrente de éste.
• Dar consejos a los padres del o la consultante a solas o enfrente del mismo.
• Culpar a la madre o a algún otro miembro de la familia enviándolos a tratamiento. 

¿Cuándo es necesaria la terapia familiar? 

1. Cambios críticos que ocurren en las relaciones familiares. Ejemplos: 

• Cambios en el área de salud como enfermedades, daños o lesiones permanentes, muertes, etc. 
• Cambios en el área económica como pérdida de empleo, pérdidas económicas severas, etc.
• Cambios en el área social como cambios de domicilio, problemas de transculturación, etc.
• Cambios a nivel individual como a nivel del ciclo vital de la familia (niñez, adolescencia, edad adulta, vejez). 

2. Desórdenes de conducta. Ejemplos:

• Un niño o un adolescente presentan trastornos de conducta o perturbaciones propias de la relación con su familia y es definido como el paciente identificado.
• Desórdenes matrimoniales (dificultades en diferentes áreas incluyendo la insatisfacción sexual o dificultades sexuales específicas).
• Problemas familiares o conyugales graves que provocan sintomatología como: síndrome de niño maltratado, abuso de menores, maltrato físico entre esposos.
• Cuando el problema de entrada es definido como conyugal o familiar por la misma familia.
• En padecimientos psicosomáticos, psiconeurosis, psicosis y en algunos casos con problemas especiales de adicción a las drogas.

3. Cuando el tratamiento individual o grupal está fallando debido a que:

• El paciente está muy involucrado en sus problemas familiares.
• Al paciente se le dificulta abordar los problemas familiares mientras no los vea directamente «en vivo».
• La mejoría del paciente individual está correlacionado con la formación de síntomas en otros miembros de la familia.
• La cooperación de la familia es necesaria para permitir el cambio individual.
• Las ganancias secundarias de la sintomatología del paciente respecto al sistema familiar son elevadas y necesarias para mantener la homeostasis familiar. 

¿Cuándo NO es viable la terapia familiar?

1. Cuando uno o más miembros de la familia prefieren o insisten en la privacía de una evaluación individual por haber un secreto válido familiar que aunque afecta las relaciones familiares no puede ni debe ser revelado en una entrevista familiar.
2. Cuando existe una norma compartida y persistente de insinceridad o falsedad de parte de la familia que impide participar honestamente en el tratamiento.
3. Cuando existe en alguno de los integrantes defensas extremadamente rígidas cuya ruptura podría convertirse en amenaza crítica para el mantenimiento del funcionamiento individual.
4. El problema que se presenta es claramente el resultado de conflictos repetitivos intrapsíquicos que afectan las relaciones individuales.
5. Hay una creencia religiosa o ideológica familiar que no permite la intervención terapéutica en la familia.

¿Cuánto dura la terapia familiar?

La duración puede variar dependiendo de la situación y los problemas a tratar:

• Intervenciones en crisis: en estos casos, las intervenciones terapéuticas son llevadas a cabo durante tiempos de crisis por lo que son de breve duración y su objetivo es evitar o prevenir la inminente descompensación de las relaciones familiares de uno o más de los miembros. 
• Terapia familiar breve: esta terapia se lleva a cabo con una duración de 1 a 20 sesiones o de 5 meses. 
• Terapia familiar a largo plazo: en esta terapia no existe límite de tiempo y las metas suelen ser más ambiciosas. 

¿Con quién tomar terapia familiar? 

Si después de leer todo lo anterior has identificado que necesitas tomar terapia familiar te damos las siguientes recomendaciones para encontrar a tu terapeuta: 

1. Comienza a buscar a tu terapeuta por internet y asegúrate de que tenga experiencia en el ramo familiar y brinde el tipo de terapia con el que se sentirá cómoda tu familia. 
2. Compara tus diferentes opciones de terapeutas considerando el precio de sus consultas, su experiencia, ubicación, reseñas, etc. 
3. Asegúrate de que estás tratando con una figura profesional con licenciatura en psicología y maestría en terapia familiar, de esta forma tu salud mental y la de tu familia estará en buenas manos. 
4. Si después de tomar tu primera consulta tu y tu familia no se sienten cómodos, siéntanse con la libertad de cambiar de terapeuta hasta que encuentren al indicado. 

¡Suerte!

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