Conoce la clasificación de los envases

Existe una gran variedad de envases con características y especificaciones únicas que los diferencian unos de otros. De hecho, es muy probable que en tu casa tengas varios envases a los que les das diferentes usos.

Tan amplia y variada es la gama de envases, que para poder manejarlos correctamente se ha hecho necesario clasificarlos según distintos criterios. Esta clasificación incluye tarros de plástico, envases de vidrio, cartón y otros materiales. 

Si tienes un negocio que maneja envases de cualquier tipo, conocer esta clasificación es imprescindible para que adquieras conocimientos que optimicen tu trabajo y los procesos que llevan a cabo en tu negocio. 

Por ello, a continuación te hablamos de la clasificación europea de los envases:

• Envase primario: aquí van todos los envases diseñados para constituir en el punto de venta una unidad de venta destinada al consumidor o usuario final

• Envase secundario: se refiere a todos los envases diseñados para constituir en el punto de venta una agrupación de un número determinado de unidades de venta. Esto aplica si van a ser vendidos como tal al consumidor final o si se utilizan únicamente como medio para reaprovisionar anaqueles en el punto de venta. Es decir cuando pueda separarse del producto sin afectar las características del mismo. 

• Envase terciario: los envases terciarios son aquellas agrupaciones de unidades de venta que están organizados de forma optimizada para facilitar el manejo físico directo y para operar mediante maquinaria. 

Por otro lado, también existe una clasificación según su resistencia a la comprensión. 

• Rígidos: los envases rígidos son aquellos cuya forma está tan definida que no puede alterarse. Tanto así que su rigidez da oportunidad de estibar productos sobre el mismo sin sufrir daños.

• Semirrígidos: tienen una resistencia menor a la comprensión que la de los envases rígidos, no obstante, su rigidez da oportunidad de estibar productos sobre el mismo sin sufrir daños. 

• Flexibles: están fabricados de películas plásticas, papel, hojas de aluminio, laminaciones, entre otros materiales. Estos se deforman al manipularlos manualmente y no resisten productos estibados. 

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