¿Cómo saber si soy candidato para una cirugía refractiva?

La cirugía refractiva como PRK, SMILE o LASIK, es la mejor solución para quienes desean corregir sus problemas de refracción ya sean miopía, astigmatismo o hipermetropía y así dejar de utilizar lentes. 

Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos para esta cirugía por lo que es necesario que lleves a cabo todo un procedimiento para saber si eres apto. 

A continuación te decimos todo lo que debes hacer para saber si eres candidato a una cirugía refractiva:

1. Edad adecuada

La mayoría de los especialistas coinciden en que la edad óptima para realizarse una cirugía refractiva es entre los 21 y 45 años. Esto debido a que antes de los 21, la graduación puede seguir cambiando y después de los 45, es posible que aparezcan condiciones como la presbicia, que pueden requerir otras soluciones.

2. Graduación estable

Un requisito fundamental para que la cirugía sea exitosa es que tu graduación haya permanecido estable durante al menos un año. En caso de que tus dioptrías hayan cambiado demasiado, el resultado de la cirugía podría no ser duradero.

3. Estado general de salud

La cirugía refractiva no está recomendada para personas con ciertas condiciones de salud que pueden interferir con la recuperación o aumentar los riesgos, por ejemplo:

• Diabetes no controlada.
• Enfermedades autoinmunes.
• Trastornos del colágeno.

También es recomendable que no estés embarazada ni lactando, ya que estos procesos pueden afectar tu graduación. 

4. Grosor y salud de tu córnea

El grosor de tus córneas es un factor crucial para poder realizar los cortes necesarios sin comprometer la estructura del ojo. En caso de que la córnea sea demasiado delgada, PRK podría ser una mejor opción.

5. Condiciones oculares

Si tienes padecimientos oculares como glaucoma, cataratas o queratocono, podrías no ser candidato para una cirugía refractiva. En estos casos es necesaria una evaluación detallada con un oftalmólogo para descartar estas condiciones.

Recuerda que este proceso debe ser realizado por un oftalmólogo para cuidar la salud de tus ojos desde el inicio y hasta el final.

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