Prevención del suicidio: ¿Qué puedo hacer para ayudar?

Prevención del suicidio: ¿Qué puedo hacer para ayudar?

12 septiembre, 2022 0 Por Andy Monroy

El pasado 10 de septiembre se celebró el día mundial para la prevención del suicidio cuyo objetivo es concientizar a las personas sobre todo lo relacionado al suicidio. Por ejemplo las señales de alerta, causas, formas de prevención, etc. 

La pandemia de suicidios es grave no solo en nuestro país sino en el mundo entero. Se trata de un problema de salud mental que afecta sobre todo a jóvenes y adolescentes, tanto así que cada 40 segundos una persona toma la decisión de quitarse la vida. 

¿Qué dicen los datos sobre el suicidio?

Durante el 2020 en México, hubo 7 mil 896 suicidios, 700 más con respecto al 2019 y mil más que en 2018 según datos del INEGI, por lo que es claro que existe un crecimiento exponencial de este problema. 

Por otro lado, en cuanto a datos demográficos; las mujeres son quienes tienen más intentos de suicidio aunque de menos letalidad. En cambio en los hombres la letalidad es mucho más alta pues el 81.6% de los intentos se comete. 

Lo anterior puede deberse a los métodos utilizados pues mientras los hombres utilizan su propia mano para suicidarse con métodos como el ahorcamiento, uso de arma o lanzarse al vacío, las mujeres se van más por el abuso de fármacos y medicamentos. 

Otro dato lamentable es que el suicidio es más frecuente en jóvenes de 14 a 29 años de edad. Esto quiere decir que existen niños y niñas que toman la decisión de dejar de vivir teniendo la edad de 10 años o hasta menos. 

De hecho, actualmente el suicidio es la cuarta causa de muerte en jóvenes y se calcula que para el 2029 será la segunda razón de mortalidad juvenil si no se llevan a cabo acciones de prevención efectivas. 

Otra población en riesgo son los adultos mayores de 45 años (sobre todo de la 3ra edad) que no cuentan con una red de apoyo así como aquellos que forman parte de la diversidad sexual, es decir, que no son heterosexuales. 

En cuanto a las mujeres adultas, se observa un mayor riesgo de suicidio en aquellas que son casadas y con hijos que en las que no cuentan con estas características. 

Antes de pasar a las formas en que podemos prevenir el suicidio, es vital que primero hablemos y desmintamos los mitos y prejuicios alrededor de este tema. 

Mitos y Realidades sobre el suicidio

Mito: Quien habla de suicidarse realmente no piensa hacerlo, solo quiere llamar la atención. 

Realidad: Cuando alguien habla de quitarse la vida es muy probable que ya haya intentado hacerlo o que tenga la idea de realizarlo. Por ello debe tomarse con mucha seriedad e intentar que esa persona reciba atención inmediata de un profesional con licenciatura en psicología. 

Mito: Quien tiene deseos suicidas tiene que echarle ganas y sobreponerse para salir adelante.

Realidad: El sufrimiento emocional que padece quien tiene ideas suicidas no es voluntario por lo que tener fuerza de voluntad y echarle ganas no es suficiente para superarlo. Requiere si o si de un profesional con licenciatura en psicología. 

Mito: Quien se suicida tiene la completa decisión de acabar con su vida

Realidad: Quien busca suicidarse no lo hace porque quiera morirse sino porque desea dejar de sufrir. Por ello es importante hacerle saber que existen otras opciones para solucionar sus problemas sin tener que acabar con su vida. 

Mito: Las personas suicidas son desequilibradas mentales

Realidad: Si bien es cierto que algunas personas suicidas tienen trastornos mentales como la depresión, en realidad sus capacidades mentales están íntegras por lo que su enfermedad es completamente tratable. 

Mito: La persona que estaba muy angustiada y hablando de suicidarse pero ahora se nota tranquila y feliz ya superó su crisis. 

Realidad: Esta puede ser una de las señales más confusas para quienes rodean a la persona con ideas suicidas. Esto se debe a que la tranquilidad que refleja la persona puede deberse a que cree que ya encontró la solución a sus problemas mediante el suicidio por lo que en realidad está en el mayor riesgo de atentar contra su vida. 

Mito: Los suicidios son actos imprevistos y es imposible prevenirlos

Realidad: La verdad es que una persona suicida da muchas señales de su padecimiento. Por ejemplo: arreglar asuntos pendientes, regalar sus cosas, despedirse de sus seres queridos, escribir notas suicidas, etc. 

Si notas alguna de estas señales en alguno de tus seres queridos asegúrate de que reciba atención especializada de un profesional con licenciatura en psicología. 

¿Cómo puedo ayudar a prevenir el suicidio?

¿Sabías que 8 de cada 10 personas que cuentan sus intenciones de suicidarse a su familia o amig@s lo cometen? 

Lo que nos dice este dato es que quienes tienen intenciones de atentar contra su vida realmente lo comunican por lo que el suicidio es un acto totalmente prevenible. 

Manténte alerta a las siguientes señales de alarma:

  • Hablar de querer morir o desear matarse.
  • Cambios en la conducta como irritabilidad o mal genio pasando repentinamente a la felicidad y tranquilidad. 
  • Hablar de sentirse vacío o desesperado, o de no tener motivos para vivir.
  • Hablar de sentirse atrapado o pensar que no hay ninguna solución.
  • Sentir un dolor físico o emocional insoportable.
  • Hablar de ser una carga para los demás.
  • Falta de sueño.
  • Alejarse de amigos y familiares.
  • Regalar posesiones importantes.
  • Despedirse de amigos y familiares.
  • Poner sus asuntos en orden, como hacer un testamento.
  • Asumir grandes riesgos que podrían resultar en la muerte, como conducir extremadamente rápido.
  • Baja en el rendimiento y falta de energía. 
  • Cambios en el apetito.
  • Hablar o pensar en la muerte con frecuencia.

Si notas alguno o varios de estos síntomas los pasos a seguir son los siguientes:

  1. Pregunta directamente a la persona si tiene ideas suicidas. Aunque puede parecer una pregunta directa en realidad no aumenta los deseos de suicidio y es muy probable que la persona responda con sinceridad. 
  2. Manténla a salvo a la persona con riesgo de atentar contra su vida al reducir su acceso a lugares y objetos con cierta letalidad. 
  3. Es muy importante que te mantengas totalmente presente para la persona, es decir, que estés dispuesto a escuchar. 
  4. Ayuda a la persona a recibir ayuda mediante un profesional con licenciatura en psicología
  5. Llevar a cabo todos los pasos anteriores no quiere decir que ya puedas excluirte del contacto con tu ser querido. Todo lo contrario, es importante que te mantengas comunicado para dar seguimiento a su proceso. 

Si necesitas ayuda o apoyo emocional puedes conseguirlo de forma gratuita mediante cualquiera de estas líneas de atención: 

☎️ SAPTEL: (55) 5259-8121

📞 Línea UAM: (55) 5804-644 y (55) 5804-4879.

☎️ Atención Psicológica a distancia de la UNAM: (55) 5025-0855.

📞 Instituto Nacional de Psiquiatría: (55) 5655-3080 y (800) 953-1704.

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