¿Por qué la educación financiera es la clave para la prosperidad?

¿Por qué la educación financiera es la clave para la prosperidad?

28 agosto, 2019 0 Por Moni Ramírez

Gastar es muy divertido, nos hace sentir poderosos y nos ayuda a olvidarnos de la rutina. El problema se presenta cuando ya no lo hacemos de acuerdo al dinero que tenemos disponible, sino con la ayuda de tarjetas de crédito y departamentales. 

Todo deja de ser divertido cuando sobregiramos las cuentas y el banco nos está marcando cada 20 minutos para cobrarnos, llegando a ser una verdadera piedra en el zapato. 

¿Por qué es tan importante saber gastar?

A lo largo de la vida, siempre vamos a necesitar gastar y no importa si nuestro sueldo apenas rebasa el mínimo o es millonario, siempre habrá un límite que debemos respetar. 

Las deudas nos impiden tener liquidez, por ejemplo, imaginemos que nosotros o alguien de nuestra familia enferma y en ese momento, le debemos a la mitad de los bancos de la ciudad, muy difícilmente podremos costear un tratamiento y tampoco seremos sujetos a crédito. 

En otro escenario, pensemos que ya tenemos más de cinco años trabajando y de repente, caemos en cuenta que queremos una casa, será casi imposible que cualquier banco nos quiera conceder un crédito hipotecario, ya que para tener un buen score crediticio, es importante que no debamos más del 20% en nuestras tarjetas. 

Incluso, si lográramos obtenerlo, sería difícil pagarlo, ya que sin educación financiera siempre se vive al día. 

¿Cómo planificar mis ingresos?

Si realmente estás dispuesto a dejar de gastar como si fueras Carlos Slim, comienza con acciones simples como hacer un presupuesto de tu sueldo y liquidar todas aquellas deudas de tarjetas de crédito y tiendas departamentales.

Luego, date un tiempo de austeridad y deja de comprar cafés caros todos los días, comer en restaurantes, vestir ropa de diseñador y cambiar de coche cada tres años. 

Haz la cuenta de cuánto dinero desperdicias en cosas que no son importantes y proponte invertirlo en algo mejor, por ejemplo: podrías pagar un diplomado o una maestría para lograr un ascenso en el trabajo, invertir en un seguro de vida, de retiro o de gastos médicos mayores, planear la apertura de un nuevo negocio y si tienes hijos, ahorrar para su universidad o simplemente irse de vacaciones, sin endeudarse más. 

Recuerda que las deudas además de un dolor de cabeza permanente, representan un peligro para el patrimonio que hemos logrado con los años.