¿Las maternidades deseadas realmente implican infancias felices?
12 julio, 2021Por años, el rol de las mujeres en la sociedad había sido el mismo, tener hijos y encargarse del cuidado del hogar. De ahí mismo surgió una de las principales causas de la lucha feminista, el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo.
Tema que aún en el siglo XXI sigue siendo uno de los más importantes por los cuales lucha el feminismo. Por el derecho a decidir libremente si queremos ser madres o no, tal como dicen algunas consignas feministas ¨la maternidad será deseada o no será¨, ¨mi cuerpo es mío, yo decido¨, ¨Aborto legal, gratuito y seguro¨, entre otras.
Y es que si bien la ciencia ya tiene una postura sobre el tema, han sido pocos los lugares en que esto ha llegado también a nivel jurídico.
Tan solo en nuestro país solo los estados de Hidalgo, Oaxaca y la Ciudad de México han despenalizado el aborto a petición de la mujer hasta la semana 12 de gestación.
No obstante, en todos los estados de la república hay mujeres que piden una ley para aprobar la despenalización del aborto sino federal, al menos estatal. De igual forma son cientos los colectivos feministas que luchan por este derecho.
Sin embargo, la principal barrera en este tema es el aborto, ya que una gran mayoría de la población se resiste a despenalizarlo bajo la idea de que en su religión esto se considera un pecado o de que el embrión/feto es una persona con derechos vigentes que están incluso sobre los derechos de quien lo está gestando.
Por otro lado, las mujeres buscan la despenalización del aborto como una medida de salud, como un derecho a decidir sobre su propio cuerpo e incluso como una forma de proteger una nueva vida que no están preparadas ni dispuestas a recibir, ya sea por cuestiones económicas, emocionales, psicológicas, u otras.
Si tu postura e ideología coincide con esto último, ahora te preguntamos, ¿cuántas veces has escuchado o leído la frase: ¨Las maternidades deseadas criarán infancias felices¨ y creído que esto era cierto por completo?
Si esta pregunta no hace click en tu cabeza no te preocupes, ya que este blog habla justo sobre este tema.
A continuación te diremos porqué las maternidades deseadas no siempre implican infancias felices y cómo es que esta frase puede resultar hasta un tanto misógina.
Tal como mencionamos al inicio de este blog, el rol que lleva una mujer en la sociedad ha estado bien marcado por años y aunque hoy en día esto comienza a cambiar, la imagen que se tiene de una madre sigue siendo igual de estereotipada.
¿Cuál es la idea de la sociedad sobre la maternidad?
De inicio, todo lo que se espera de una mamá gira en torno a la frase ¨ser mamá no es fácil¨ ¿Porqué? Básicamente porque se espera que sea una mujer perfecta al servicio de sus hijos.
Que deje su carrera profesional o estudios, que sepa cocinar, que se encargue de las labores domésticas, que haga las tareas con sus hijos, que sea feliz solo con ver a sus hijos nacer y crecer y que básicamente no tenga ningún error en la crianza de sus hijos e hijas.
Es decir, pasa de ser una ser humana capaz de cometer errores a una madre perfecta a la que no se le tiene permitido mostrar alguna debilidad o error.
La realidad es que estos solo son estereotipos que la sociedad tiene sobre la maternidad y que son imposibles de cumplir aún cuando es el deseo de una mujer ser mamá.
Ahora es momento de desmitificar la maternidad y acabar con ese falso ¨instinto de madre¨ que supuestamente tenemos las mujeres, empezando por decir que algunas no quieren serlo y que quienes sí lo desean casi nunca encuentran un camino totalmente feliz de recorrer.
¿Cuál es el panorama que le espera a una futura madre?
Para empezar, en la cuestión del trabajo hacen falta muchas garantías laborales que protejan los derechos de una mujer que es madre. Por ejemplo, poder llevar a sus hijos a la oficina, que la empresa cuente con guarderías, disponibilidad de tiempo para atenderlos, etc.
Además, la discriminación y el efecto llamado ¨techo de cristal¨ se hace más fuerte cuando una mujer se convierte en madre, debido a la creencia de que la mujer no podrá llevar el puesto a la par que lleva su maternidad.
Las paternidades desentendidas, es decir, padres que no se hacen responsables de todo lo que implica criar a un hijo/hija también afectan directamente la vivencia de la maternidad que viven las mujeres.
Ya sea que no se relacionen emocionalmente con sus hijos, que sean desentendidos de su educación o que simplemente prefieran dejarle todo lo relacionado a la crianza de sus hijos a sus madres, es una forma directa de violencia.
Para este tipo de situaciones puede ser recomendable tomar terapia con una psicóloga con maestría en terapia de pareja que los ayude a externar sus problemáticas y necesidades.
Si bien este tipo de problemáticas se dan desde el exterior, terminan por afectar directamente la maternidad de las mujeres ocasionando en el peor de los casos enfermedades como depresión o ansiedad.
Sumado a todo lo anterior, también existen aspectos internos que pueden afectar la maternidad, ya sean psicológicos, emocionales, económicos. etc. Pero en esta ocasión queremos recalcar dos específicos: la depresión post-parto y el parto digno.
La depresión postparto se da una vez que la madre da a luz y sufre cambios drásticos en su estado de ánimo. Ya sea ansiedad, crisis de llanto, dificultad para dormir, etc.
Generalmente la depresión post parto dura algunas semanas pero existen casos graves en que tarda años en desaparecer o incluso puede convertirse en un trastorno depresivo crónico y la mamá puede llegar a atentar contra su propia vida o la de su bebé.
En estos casos es importante que la pareja de la madre esté siempre presente, que lleve un tratamiento clínico y que en medida de lo posible tomen terapia juntos con una psicóloga con maestría en terapia de pareja.
Por otra parte, el parto digno tiene que ver con una cuestión de violencia obstétrica, que se refiere a la violencia ejercida por personal de la salud hacia la mujer en cualquier etapa de su embarazo.
Algunos ejemplos de esto son cesáreas obligadas, negligencias médicas, acciones médicas sin consentimiento, violencia verbal durante el parto, entre otras acciones que pueden generar algún trauma emocional, psicológico e incluso físico que concluye en el rechazo de la madre hacia su propio embarazo.
Una vez dicho todo esto, concluimos en que es de suma importancia normalizar a las mamás cansadas o frustradas, a aquellas que reconocen que si pudieran volver atrás no volverían a elegir la maternidad y a todas aquellas que rompen el tabú de que la maternidad a pesar de ser deseada no siempre es feliz.
Pero también resulta necesario aclarar que las instituciones también juegan un papel muy importante al momento de darle una vida digna a las maternidades y a los niños y que desafortunadamente, casi nunca cumplen.
Tampoco se debe olvidar a las paternidades, ya que es su completa obligación inmiscuirse al 100% en la vida de sus hijos y no dejarlo todo a las madres. Para evitar o corregir problemas de esta índole se puede acudir con una psicóloga con maestría en terapia de pareja.
Finalmente te recordamos que si tu eres mamá y te sientes infeliz, frustrada, deprimida o tienes cualquier otro sentimiento ¨negativo¨ respecto a tu maternidad, no tienes que preocuparte ni sentirte ¨mala madre¨, esto es totalmente normal y no es más que el reflejo de tu propia humanidad.
Nuestra recomendación para lidiar con este tipo de problemas es acudir con una psicóloga con maestría en terapia de pareja o familiar si es el caso.
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