Lyn May va por más cirugías estéticas
18 junio, 2019Lyn May es uno de los casos de cirugía plástica más conocidos en México, antes de que una desconocida le inyectara aceite de bebé en la cara, la vedette era uno de los rostros y cuerpos más cotizados del país y fue precisamente eso, lo que la convirtió en famosa.
Acerca de ese capítulo de su vida, relata: “Yo estaba trabajando y de repente se acercan estas personas que te prometen el sol, la luna y las estrellas y una toda inocente y sin malicia, dice sí, pero no sabes todo lo que te va a pesar, desgraciadamente”.
Desde aquella mala práctica, ha acudido con varios cirujanos para tratar de enmendar lo anterior y darle a su cara un aspecto más natural, sin embargo, aunque ha mejorado no está ni cerca de ser lo que fue y quizás nunca lo sea.
No pierde la esperanza
La modelo y bailarina recientemente acudió con el doctor José Achar para hacerse unos arreglos y recuperar su rostro, a pesar de que ya tiene 67 años lo que complica los procedimientos.
La vedette confiesa que la situación la ha llevado a pensar en el suicidio más de una vez, sin embargo, no pierde la esperanza de volver a verse bella ante el espejo.
Por su parte, el doctor Achar señaló que ha trabajado sobre el rostro de la vedette en más de una ocasión para retirarle todos los rellenos que le pusieron, aunque no ha sido una tarea sencilla y aún faltan algunas sesiones para completar el proceso.
Además de las correcciones en su rostro, la estrella planea cambiar las prótesis de sus senos que tiene actualmente para quedar en una talla 34 D, pues considera que tiene los pechos muy juntos y eso no le gusta.
Lo anterior, no satisface por completo a Lyn May quién también va por una reducción de cintura, a pesar que es visiblemente muy pequeña y no sobrepasa las 23 pulgadas.
Cabe mencionar que en México, las cirugías más practicadas son el aumento de senos, la liposucción y la rinoplastía. Todos los procedimientos estéticos conllevan riesgos que no están relacionados con la edad, sin embargo, no se recomiendan para mayores de 60 años.
El caso de la famosa vedette, debe de servir para concientizar a la sociedad sobre el peligro que conlleva ponerse en manos de un cirujano plástico no certificado.