Glaucoma: ¿Cómo se ve?

El glaucoma, también conocido como el ladrón silencioso de la vista, es una enfermedad que al inicio no presenta síntomas por lo que su detección es particularmente difícil de realizar. 

Es por esta razón que en todo el mundo existen campañas dedicadas a fomentar la prevención del Glaucoma mediante visitas regulares al oftalmólogo, especialmente si se cuenta con 1 o más factores de riesgo como:

• Tener ascendencia afro, asiática o hispana. 
• Tener más de 55 años.
• Tener familiares con glaucoma
• Padecer afecciones como presión alta, diabetes o migrañas. 

¿Cómo se ve el glaucoma? 

En pacientes con la enfermedad avanzada se detecta:

• Mala visión periférica o lateral
• Conforme avanza la patología la visión toma forma de tunel hasta causar ceguera total. 

Sin embargo, la visión con glaucoma no siempre es así ya que según el tipo y su tiempo de evolución son los síntomas. Por ejemplo, otros síntomas en la visión son: 

• Visión fluctuante o borrosa
• Se ven aros alrededor de las luces que en ocasiones son descritos como arcoiris
• Percepción de una neblina constante
• Pérdida de visión

Además de estos síntomas tradicionales del Glaucoma, existe un tipo poco frecuente que puede provocar leves lesiones oculares: el glaucoma agudo. 

Quienes lo experimentan pueden presentar:

• Dolores de cabeza
• Dolor ocular
• Oos rojos
• Náuseas
• Visión borrosa

¿Cómo se cura el glaucoma?

El glaucoma no tiene cura y la ceguera que causa es irreversible por lo que es imprescindible detectarlo a tiempo para evitar lo más posible la pérdida de visión. 

Al detectar el glaucoma es necesario realizarse los estudios correspondientes para dar el tratamiento adecuado y evitar que la enfermedad se intensifique. 

Es importante aclarar que los pacientes con glaucoma nunca serán dados de alta y en la mejor de las condiciones tendrán que acudir dos o tres veces al año a una consulta oftalmológica para mantener su enfermedad controlada. 

Acude a tu oftalmólogo con regularidad. Cuida tu visión.

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