La importancia de sanar la relación con tu madre

La importancia de sanar la relación con tu madre

3 mayo, 2021 0 Por Andy Monroy

El vínculo con nuestra madre es el primero que tenemos como seres humanos, por eso es innegablemente el más importante e influyente de nuestra vida. ¿Pero que pasa cuando esta relación no es precisamente buena? 

Elegir quién será nuestra madre no es una opción, puede que nos toque una mujer cuya maternidad ha sido deseada desde mucho tiempo atrás o alguien que no estaba lista de una u otra forma para ser mamá. 

Esto es algo que se puede sentir incluso desde que estamos en el vientre materno, debido a que todos los pensamientos y sentimientos de la mamá se transmiten al bebé al estar en un solo cuerpo. 

Por eso no es extraño que muchos niños y niñas carguen con ideas y pesos aprendidos y aprehendidos de mamá tanto de manera consciente como inconscientemente. 

¿Qué aspectos se ven mayormente influenciados por mi relación con mamá? 🤰🏽

La lista es larguísima, pero estos son algunos de los principales:

  • Tus vínculos con otras personas
  • Tu relación con la comida
  • La percepción que tienes de tu cuerpo
  • La seguridad en ti misma/mismo como persona
  • Tu seguridad e inteligencia emocional
  • Tu aprendizaje de lo femenino
  • La conexión que tienes con la vida

Como puedes ver, la huella que deja tu madre en tu personalidad es muy importante y lamentablemente, no siempre contiene cosas positivas. Pero justo de eso habla este blog, sobre la importancia de dejar atrás lo negativo y sanar la relación con tu madre. 💖

Los sentimientos hacia una madre pueden ser diversos y mezclados; agradecimiento, amor, admiración pero también pueden ser resentimiento, coraje, sentimientos de abandono o de sentirse ignorados en algún punto. 

En realidad es difícil generalizar, ya que cada individuo tiene una relación diferente con su mamá y esta depende de las condiciones y características que rodearon el contexto de su vida.

Sin mencionar que esta conexión o rompimiento del vínculo con la madre, se da mayormente en la infancia o adolescencia. Una etapa en la que vemos a esa persona como nuestra mamá y no como una mujer. 

Con el paso de los años es común que esas heridas sanen ya que muchos de esos niños crecen para convertirse en adultos padres y madres, capaces de entender el actuar de su propia madre en el pasado. 

Sin embargo, esto no siempre es así. También existen casos de personas cuyas heridas en el vínculo materno son muy difíciles de sanar, que requieren ayuda profesional y acuden con un experto con maestría en terapia familiar para ayudarlos a solucionar sus problemas. 

¿Cómo comenzar el proceso de saneamiento? ✨

Sanar la relación con tu madre es también sanar la relación contigo misma/mismo. Como ya lo vimos anteriormente, el vínculo materno es capaz de influenciar todos los aspectos de nuestra vida tanto negativa como positivamente. 

Aún en los casos en que la relación con la madre no fue nada buena o incluso donde el daño es irreparable, es mejor arreglar esos problemas por salud emocional, mental y psicológica propia que mantenerse aferrada/o a la idea de que nunca se va a perdonar a mamá.

De inicio, lo que todo profesional con maestría en terapia familiar recomienda, es reconocer al niño de nuestro pasado e identificar sus traumas, heridas y problemas que ahora atormentan al adulto. 

Es importante conocer el cuándo, por qué, quién, cómo y dónde se dieron esas heridas para conocer sus secuelas a nivel físico y emocional y así comenzar a liberarse de ellas.

Una vez reconocido y liberado este dolor, se puede trabajar en soltar o perdonar los errores que pudo cometer nuestra madre de forma voluntaria o involuntaria. 

Es importante que sepas que parte de este proceso de sanación, es aceptar a tu madre como lo que es, una mujer que puede cometer errores y aciertos como todo ser humano y así merece tu amor y respeto como hija/hijo. 

¡Ojo!

No se trata de ignorar o dejar de lado cosas que te lastimaron profundamente, como un abuso, por ejemplo. Se trata de reconocer sus acciones y ser consciente de que ella fue quien las llevó a cabo, no tu, por lo que no debes cargar con ese peso, más bien debes liberarlo. 

Para muchos profesionales con maestría en terapia familiar, si creciste en un ambiente familiar tóxico, sanar la relación con tu madre es el primer paso. Posteriormente puedes continuar con la de tu padre, tus hermanos o hermanas y en algunos casos hasta con tu pareja e hijas/hijos. 

¿Cómo sé que el vínculo con mi mamá no es del todo estable? 🤔

Puede que la relación con tu madre no se esté llevando con naturalidad y ni siquiera te des cuenta. Pon atención a estas señales que denotan un desequilibrio en su vínculo. 

  • Tienes una dependencia total de ella al punto que no puedes tomar decisiones o actuar sin su aprobación. 
  • No puedes permanecer a su lado sin tener sentimientos como rechazo, rencor, resentimiento, etc.
  • Permites que tu mamá tenga cierto control en tu vida a pesar de que ya estés en la etapa de la adultez.
  • No mantienes contacto seguido con ella debido a situaciones que no quieres enfrentar. 
  • Te concentras en sus defectos y errores como madre tanto del pasado como del presente. 
  • La juzgas y criticas frecuentemente, llegando incluso a faltarle al respeto. 
  • Recuerdas tu infancia con dolor debido a algunas acciones o palabras provenientes de tu madre.
  • Te sientes con la obligación de cargar con sus desaciertos y responsabilidades. 

Si eres hombre, la misoginia, la aversión hacia los niños y  la búsqueda de parejas que te maternen también es una señal. 

Si eres mujer, sentir aborrecimiento o aversión hacia la maternidad, la feminidad y hacia los niños y niñas también puede ser un síntoma. 

Con este último punto no nos referimos a aquellas mujeres que deciden no tener hijos sino a las que ven la maternidad como algo degradante o como una meta únicamente para mujeres con poca ambición. 

En cuanto a la feminidad, tampoco hablamos de las mujeres que rechazan todo lo femenino, sino a aquellas que literalmente sienten aversión hacia todo esto. 

Lo anterior se puede deber a que de pequeñas fueron limitadas de hacer ciertas actividades por ser mujeres. O bien a que fueron asignadas a tareas consideradas socialmente femeninas sin que ellas así lo desearan (cultura machista). 

De ahí también la aversión hacia las infancias, que, según la mayoría de psicólogas con maestría en terapia familiar, solo se puede interpretar como traumas no resueltos de su propia infancia. 

Como puedes ver, hay muchos aspectos de nuestra personalidad derivados directamente de la relación que llevamos con nuestra propia madre. Además actúan como una secuencia que deriva en otros aspectos de nuestra personalidad adulta. 

Si actualmente estás en el proceso de sanar la relación con tu madre, te recomendamos asistir con un psicólogo de preferencia con maestría en terapia familiar para que te ayude a resolver todos tus problemas de manera profesional y experta. 

Recuerda que restablecer el vínculo con tu madre, es sanar la relación contigo mismo. 

Quizá te pueda interesar: ¿Cómo afrontar la cuesta de Enero?